Principales problemas urinarios en perros

Son muchas las señales que nuestros “peludos” nos lanzan para advertirnos de que algo no va bien en su organismo. Como, por ejemplo, empezar a orinar dentro de casa… Los problemas urinarios en perros son trastornos bastante frecuentes, pueden surgir en cualquier momento de su desarrollo y (aunque parezca increíble) a veces están relacionados con su raza. Te contamos cuáles son los principales y algunas pistas sobre la alimentación más adecuada para favorecer una buena salud urinaria. Tu compañero fiel te lo agradecerá toda la vida.

Problemas urinarios en perros. Casi, casi, como los humanos…

A nadie le agrada pensar que su amada mascota puede sufrir trastornos que mermen su calidad de vida, pero así es. Como sus amigos los humanos, los perros pueden ser propensos a la aparición de cálculos en el tracto urinario: la llamada urolitiasis. El 20% de los problemas urinarios en perros a los que se enfrentan los veterinarios son diagnosticados con dicha dolencia. En líneas generales, se trata de una acumulación de distintos minerales presentes en la orina, y afecta más a unos canes que a otros.

Voy con el dato. Las razas de pequeño tamaño están más predispuestas a presentar estos cálculos, porque su concentración de minerales en la orina es más elevada y beben menos agua. Al margen de razas, la alimentación de cualquier perro puede influir muy positivamente para garantizar una buena salud urinaria. Una cuestión muy interesante y cada vez más introducida en el mundo de la veterinaria. ¿Te interesa este tema? Entonces, no dudes en valorar hacer un Curso de Nutrición animal, canina, felina y equina: una formación que te abrirá las puertas a una profesión en creciente demanda. Concretamente, apostar por una buena dieta basada en un consumo moderado de ciertos minerales que pueden provocar cristales en la orina (calcio, fósforo y magnesio) es invertir en “salud perruna” a largo plazo.

Y volviendo a lo que nos ocupa, los problemas urinarios en perros, las infecciones bacterianas en el tracto urinario inferior también ocupan un lugar importante. Todas precisan la intervención del veterinario lo antes posible para su diagnóstico y tratamiento. Por leves que sean, pueden llegar a resultar muy dolorosas e incómodas, e incluso alterar el comportamiento de nuestros amigos de cuatro patas. Otras, como las obstrucciones, son más graves y pueden precisar intervenciones quirúrgicas o sondajes.

A veces, es simplemente la raza la que condiciona que aparezcan estos problemas urinarios en perros. Por mucho que los cuidemos. Los dálmatas poseen una alteración genética capaz de cambiar el metabolismo de proteínas en su organismo, con el consiguiente riesgo de formación de cálculos de urato. Y algo parecido le sucede al bulldog inglés. Así que vigílalos muy de cerca si tienes la suerte de vivir con alguno de los dos.

Un cuadro de signos clínicos que “clama al cielo”

Como en las personas, la función del sistema urinario de este animal es eliminar todas las sustancias tóxicas y desechables que su organismo no necesita. Formado por los riñones, la uretra, los uréteres y la vejiga, una alteración en estos órganos impedirá que pueda cumplir esta función esencial para su salud. Las señales de alarma pueden ser muchas, y basta con estar atentos para actuar con rapidez y acudir a nuestro veterinario de confianza:

• Esfuerzo o dificultad para orinar
• Micciones frecuentes
• Fugas de orina
• Orina sanguinolenta o turbia
• Dolor
• Disminución del apetito
• Beber más agua
• Lamido frecuente del pene o la vulva
• Cambios de humor
• Inquietud y nerviosismo

Si has llegado a la consulta porque tu perro muestra alguno de estos síntomas, lo siguiente será realizarle una exploración exhaustiva. También es normal que el “vete” te haga una serie de preguntas (como la frecuencia con la que orina y cómo se comporta al hacerlo) que le permitirán reunir la mayor información posible antes de diagnosticar la dolencia. Y por supuesto, mandará analizar una muestra de orina.

Dos trastornos urinarios que tu perro podría padecer (y sus tratamientos)

Ha llegado la hora de conocer a fondo cuáles son los principales problemas urinarios en perros que pueden aparecer en cualquier momento de la vida de nuestros queridos amigos. Y también, de sabe qué tratamientos recomiendan los profesionales de la veterinaria ante estas patologías, junto con ciertas pautas sobre alimentación para prevenir recaídas:

Cálculos urinarios o la temida urolitiasis

Ya te lo comentaba al principio de este post. Los canes pueden ser propensos a la aparición de cálculos, que surgen por una concentración demasiado elevada de sales disueltas en su orina y  pueden cristalizar hasta generar piedras de algunos centímetros. ¡Pobres! El pH de su orina, la genética y otros factores también influyen en su formación.

Lo más normal es que aparezcan en la vejiga del animal y no en los riñones (que es donde suelen localizarse en los humanos). Además de las razas pequeñas, también es frecuente que los sufran los perros macho; se suelen concentrar en su uretra pudiendo obstruirla. ¡Ah! Y no nos olvidemos de los canes de edad avanzada…

Cuando surgen estos urolitos, el perro presenta dificultades para orinar o sufre dolor al hacerlo. Además, pueden generar inflamaciones, predisponer a infecciones o causar obstrucciones del tracto urinario. Según los diferentes minerales de su composición, hay que hablar de distintos tipos de cálculos:

• Estruvita. Son los más frecuentes.
• Oxalato de calcio. Pueden surgir por un exceso de calcio en la comida.
• Urato. Es bastante común entre los dálmatas, una raza que excreta mucho ácido úrico.
• Cistina. El riesgo de aparición aumenta cuando el perro ingiere demasiadas proteínas.
• Silicato. Son bastante raros, salvo cuando hay una alimentación rica en silicatos.

Los tratamientos que el veterinario aplicará son diversos y dependen del tipo de cálculos. Lo primero que recomendará es realizar una intervención quirúrgica (cistotomía) para eliminarlos, si su tamaño y ubicación lo permiten. Si la cirugía no es viable, aconsejará un tratamiento con fármacos y principios activos. Y, por último, sugerirá un cambio de dieta a largo plazo mediante alimentos dietéticos especiales y una alimentación con alto contenido en agua.

Infecciones bacterianas: uno de los problemas urinarios en perros más comunes

Nuestros peludos también son susceptibles de sufrirlas, debido a los temidos microorganismos (ante todo bacterias) que pueden localizarse en su tracto urinario. A veces se desarrollan por sí solas, sin contagio con otro perro enfermo, por cierta predisposición. En concreto, los perretes que no orinan suficiente son más proclives a tenerlas. Y no es lo mismo hablar de machos que de hembras. Éstas colocan la vulva más cerca del suelo al orinar, aumentando con ello las posibilidades de que dichos microorganismos asciendan por las vías urinarias.

Los síntomas no siempre son fáciles de descubrir. Pero cuando un perro tiene ganas de orinar, se esfuerza y apenas expulsa unas gotas, hay bastantes posibilidades de que sufra este tipo de infección. Pruebas médicas como el urocultivo son clave para identificar la bacteria. En cuanto a los tratamientos, los antibióticos de amplio espectro o específicos suelen ser bastante eficaces.

¿Te encanta cuidarlos y controlar su salud? Anímate a hacerte “pro”

Amar a los animales no solo es quererlos, sin más. También significa preocuparse por la calidad de su alimentación y estilo de vida. Si lo son todo para ti, y sobre todo, el universo mascotas, seguro que este tema (tan relacionado con los principales problemas urinarios en perros) te apasiona. ¿Sí? Entonces, tienes madera para convertirte en un experto en Nutrición animal: canina, felina y equina.

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