¿Qué comen las ardillas?

Las ardillas nos roban el corazón. No es de extrañar que sean protagonistas de cientos de relatos infantiles, fábulas y películas de animación. ¿Quién no recuerda a las divertidísimas Chip y Chop (Chip y Dale, en la versión original), que volvían loco al pobre Pato Donald? Además de vivir en bosques y entornos salvajes, las ardillas también comparten hogar con los seres humanos. Si quieres saber qué comen las ardillas, cuántas especies hay, cómo son sus costumbres y qué hay que hacer para tener una como mascota, ¡sigue leyendo!

¿Qué comen las ardillas? Cada especie tiene sus «caprichos»

Las ardillas son mamíferos roedores de la familia Scuridae. Existen cuatro grandes grupos que acogen a todas las especies conocidas. A modo de curiosidad, debes saber que estos animales están repartidos por todo el planeta, excepto por la Antártida y por Australia. Se da la circunstancia de que algunas especies han «viajado» de un continente a otro: la ardilla gris, por ejemplo, es norteamericana, pero se ha incorporado a la fauna europea. Y ahora, un inciso: ¿te gustaría trabajar cuidando a los animales más especiales? Anímate a hacer un Curso de Auxiliar Técnico Veterinario y tu día a día se llenará de satisfacciones.

Sigamos con nuestras peludas amigas. Aunque no es posible concretar con precisión qué comen las ardillas, sí podemos hacer una aproximación muy ajustada. Son animales omnívoros: su dieta incluye todo tipo de nutrientes, aunque varía ligeramente entre especies. La mayor parte de su alimentación está basada en vegetales, sobre todo semillas, frutos, brotes, frutos secos… Sin embargo, a veces tienen que complementar su dieta con insectos, huevos, gusanos o incluso (dependiendo de la especie) polluelos recién nacidos.

Las ardillas se pueden agrupar en tres tipos, dependiendo del entorno en el que se desenvuelvan. Según esta clasificación tenemos ardillas terrestres, ardillas voladoras y ardillas arborícolas. Estas últimas son las más habituales en nuestro país, y son las que identificamos normalmente con ese nombre. Es un grupo de lo más variado, pero las más abundantes y conocidas son la ardilla gris (Sciurus carolinensis) y la ardilla roja (Sciurus vulgaris).

Unas «jardineras» fundamentales para los bosques

Cuando hablamos de lo que comen las ardillas, no solo hay que tener en cuenta la propia nutrición de los animales. Resulta que sus costumbres alimentarias también influyen en la preservación de las masas forestales. ¡Quién iba a decir que unos seres tan pequeños podrían ser tan importantes en el equilibrio medioambiental! Pues sí, en la naturaleza cada individuo resulta fundamental. Pero, ¿qué tiene que ver la alimentación de estos roedores con el ecosistema?

Todo está relacionado con uno de los ingredientes más importantes de la dieta de las ardillas: las semillas y los frutos. Muchas ardillas de distintas especies recogen y almacenan semillas y frutos secos, de cara al invierno. A veces los esconden en grietas y troncos de árboles, pero en otras ocasiones (y dependiendo de la especie) los entierran. Más adelante, puede que la previsora ardilla vuelva a buscar su despensa… O puede que no. Entonces, las semillas enterradas germinarán y se convertirán en plantas; más adelante, puede que incluso en árboles.

De hecho, como las ardillas se desplazan en radios de acción muy amplio, hay especies que contribuyen a la reforestación. Es el caso de la ardilla gris: se calcula que estos animales dejan sin recuperar más del 70% de las semillas que entierran. Y por si fuera poco, resulta que incluso las semillas y frutos «mordisqueados» por ellas pueden llegar a germinar. ¡Increíble!

¿Qué pasa cuando tus hijos adolescentes no te dejan comer en paz? En este vídeo te lo muestran una sufrida ardilla gris madre y su pesadísima prole. «Quién me mandaría…»

¿Cuáles son y qué comen las ardillas más raras del planeta?

Si recuerdas el comienzo de este artículo, tendrás claro que las ardillas arborícolas no son las únicas que pueblan la Tierra. Entre los otros dos grupos, los terrestres y las voladoras, hay animales de lo más singulares. Dentro del grupo de las ardillas terrestres, por ejemplo, encontramos a animales que nunca pensarías que son «ardillas» propiamente dichas. Es el caso de las marmotas y los perritos de las praderas, sin ir más lejos.

Pero las más raras de todas son, sin duda, las ardillas voladoras. En realidad, estos animales no vuelan; tienen una membrana entre las patas que les permite «planear» cuando saltan de árbol en árbol. Son animales de lo más particulares, pertenecientes al grupo de los pterominos. Algunas especies son espectaculares, como la ardilla voladora gigante japonesa, cuyo cuerpo mide unos 50 cm más otros 40 cm de cola. Otra especie muy conocida es el petauro del azúcar, una especie que está empezando a ser considerada invasora en distintos lugares del mundo. Si quieres saber más sobre esta curioso animal, no te pierdas este artículo.

Al igual que el resto de las especies, estas ardillas tan curiosas se alimentan de semillas, frutos e insectos. El petauro del azúcar, además, realiza perforaciones en los árboles para extraer la savia y puede llegar a devorar huevos y polluelos, así como crías de otros mamíferos de pequeño tamaño.

La ardilla como mascota, una compañera muy especial

Si estás pensando en tener una ardilla como mascota, piénsatelo dos veces. En España no es ilegal, salvo excepciones que incluyen a especies protegidas o en riesgo de extinción. Pero hay que tener en cuenta que una ardilla no es un animal doméstico; es un ser salvaje y necesita unas condiciones muy especiales para ser feliz.

• En primer lugar, nunca te lleves a casa una ardilla salvaje. Estos animales no se adaptan bien a la cautividad y necesitan su entorno natural. Si encuentras un ejemplar en riesgo, herido o abandonado (en el caso de las crías), contacta con la autoridad o con un centro de recuperación de especies para que se hagan cargo de él.
• Puedes adoptar ardillas en centros de cría homologados o centros de recuperación de especies. En cualquier caso, estos animales necesitan un espacio adaptado a sus necesidades, así como unos cuidados concretos y una alimentación adecuada. No me extiendo más: si te interesa el tema, en este artículo encontrarás toda la información que necesitas.

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Saber qué comen las ardillas es uno de los muchos conocimientos necesarios para trabajar con animales, salvajes o domésticos. Cuidar su salud, vigilar su bienestar, comprobar que el lugar donde viven es el ideal y tratar con sus compañeros humanos son algunas de las tareas que complementan la labor de los profesionales. ¿Te ves en este perfil? Pues anímate a rellenar el formulario que acompaña a este artículo y obtendrás información detallada sobre un completísimo curso online que te formará como Auxiliar Técnico Veterinario. Un programa actualizado y de prestigio, que incluye hasta 300 horas de prácticas en empresas. La mejor forma de empezar tu nueva trayectoria laboral en compañía de tus mejores amigos: los animales.