¿Qué les hace la procesionaria a los perros?

¿Has oído hablar de la procesionaria? Si no es así, prepárate para conocer a una oruga fascinante y peligrosa a partes iguales para nuestros queridos los perros (y para el hombre). Este habitante de los bosques de pino también puede aparecer por los jardines nuestras ciudades. Una enemiga singular y silenciosa, capaz de liberar una toxina muy dañina, Thaumatopina, cuando se siente atacada. Si quieres saber qué les hace la procesionaria a los perros (un bichejo pequeño, pero matón), sigue leyendo. Alucinarás.

Procesionaria: un insecto mini que lanza 600.000 pelos urticantes

Silenciosa, moviéndose lentamente por el suelo de bosques de pino mediterráneo y en formación de fila india. Es fácil imaginarse la escena. Pero lo que viene a continuación es bastante menos esperado… El cuerpo de esta oruga de apenas 4 cm de longitud está cubierto por más de 600.000 tricomas, pelos altamente urticantes que puede desprender si se siente amenazada. Verdaderas flechas tóxicas, que en contacto con la piel de los perros desencadenan reacciones alérgicas que pueden ser más o menos graves.

A lo largo del artículo iremos descubriendo cómo actuar en caso de que nuestra mascota (o cualquier otro can) haya entrado en contacto con esta criatura. Pero ya os adelanto que entre las reacciones más severas se encuentra la necrosis de la lengua y una anafilaxia severa. Ya sea porque te intriga el tema o porque te declaras un animal lover, ¿cómo ves hacer un Curso de Asistente y Auxiliar Técnico Veterinario? Aprenderás todo lo que necesitas saber sobre los cuidados de las mascotas más habituales y cómo aplicarlos. ¡Una pasada!

Conozcamos un poco mejor a este lepidóptero de la familia de los notodóntidos. Cada vez es más frecuente verlas en los bosques de pinos del sur de Europa, y en especial en la zona mediterránea. Pero también está localizada en el norte de África y en otros países del continente, como Alemania, Suiza, Bulgaria y Hungría. Y no hace ascos a los bosques de cedros y abetos, aunque no con la misma frecuencia.

En cuanto a la época del año en que la procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) es más vista en estos parajes naturales, es durante la primavera. En torno a los meses de marzo y abril las larvas salen de sus bolsas protectoras, conocidas como bolsones, en las copas de los árboles. Entonces descienden por el tronco para desfilar en busca de un nuevo escondrijo, siempre guiadas por una hembra. Empieza el peligro para nuestros amigos…

¿Qué les hace la procesionaria a los perros? ¡Cuidadín, cuidadín!

El ciclo biológico de la protagonista de este artículo es sorprendente, casi a la altura del universo Marvel. Solo que en su mundo no hay poderes sobrehumanos. En realidad, se trata de una mariposa nocturna que en su primera fase experimenta una transformación de lo más friki. Veamos cómo se desarrolla y descubriremos qué. momento del proceso es el más amenazador para nuestros canes, y cómo actuar en caso de ser atacados.

Como decíamos antes, es en primavera cuando los insectos ya han madurado y descienden en procesión. Forman largas hileras de individuos en busca de un suelo blando donde enterrarse: necesitan hacerlo para convertirse en crisálidas y, por último, en mariposas. En total, son capaces de desplazarse hasta 30 metros.

Y ahora sí: veamos qué les hace la procesionaria a los perros durante esta fase del ciclo. Como nuestros peludos amiguetes adoran olisquear la tierra al pasear, ajenos a la presencia de estas orugas o de un nido abandonado, corren el riesgo de encontrárselas. Aunque el contacto con sus pelos urticantes no siempre se produce al tocarlos accidentalmente, casi siempre a través del hocico o al llevarlos en sus patas. Incluso el viento puede transportarlos…

El ataque no siempre tiene lugar en pinares mediterráneos. Con la llegada del buen tiempo también prolifera en fincas y jardines, incluido el de nuestra casa (si lo tenemos), y puede llegar a convertirse en una plaga. En España está catalogada como tal: de ahí que los agentes forestales realicen periódicamente métodos de control, sobre todo en verano y primavera.

Si quieres saber si tu perro está afectado… Atento a las señales

Cuando un peludo roza a una procesionaria o la huele, son varias las señales nos pueden alertar de una intoxicación. Incluso pueden llegar a sufrir un shock anafiláctico, así que hay que tomárselo muy en serio. La estrategia defensiva de esta criatura es de nota: lanza sus pelos urticantes al aire, y cuando se clavan en el perro liberan una sustancia tóxica muy potente que causa irritaciones graves e inflamaciones.

Las zonas más sensibles son las mucosas y la lengua. Además de experimentar reacciones en la piel, un perro intoxicado puede llegar a padecer necrosis en determinadas partes de su cuerpo, o incluso ahogarse. Si le da por comerse una oruga (ya sabemos que no hacen ascos a casi nada), las consecuencias pueden ser también muy graves. Incluso letales, si nuestro amigo no es tratado a tiempo con una administración de corticoides de acción rápida.

Y ahora, veamos cuáles  son las señales de alerta para acudir al veterinario ante la más mínima sospecha:

• Inflamación en hocico. Las reacciones alérgicas aparecen en las zonas más desprotegidas; por eso, la cabeza suele ser la parte más afectada.
• Reacciones alérgicas en vías respiratorias. Se producen si el animal inhala los pelos.
• Provocada cuando la oruga entra en contacto con los ojos.
• Problemas digestivos. La ingesta de pelos urticantes suele provocar vómitos.
• Fiebres, fatiga, malestar general y daños en las mucosas.

La estrategia prevención pasa por estar atentos a los árboles que nos rodean ante la posibilidad de que tengan nidos, tanto en parques públicos como jardines privados. Y en caso de detectarlos, contactar con el ayuntamiento o bien con profesionales del sector fitosanitario.

El cambio climático y el incremento de temperaturas están influyendo en el ciclo biológico de estos lepidópteros. Su comportamiento activo ha cambiado: es más intenso que el habitual. Y, por tanto, nuestras queridas mascotas están más expuestas a esta amenaza que nunca. ¡No bajes la guardia!

Ya sabes qué les hace la procesionaria a los perros. ¿Y ahora?

No me cabe duda de que la salud de tu perro es para ti casi tan importante como la tuya. Es evidente: ellos también reclaman atenciones y cuidados sanitarios para garantizar su bienestar, además de nuestro cariño. ¿Crees que podrías ser un excelente candidato para trabajar con ellos? Entonces sigue leyendo, te va a interesar.

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Tendrás la oportunidad de velar por el bienestar de muchos amigos perrunos, adorables mininos y otras mascotas, que han llegado a los hogares para llevar felicidad. Y no te quepa duda: algún día te enfrentarás a un ataque de procesionaria… Y estarás listo para hacerle frente.