Reproducción asexual en animales: ¿en qué consiste?

Quizá no hayas oído hablar de la reproducción asexual en animales pero existir, existe. Se trata de una verdadera estrategia de supervivencia dentro del reino animal de muchos seres vivos que habitan en la Tierra. Un eficaz método reproductivo con el que logran sobrevivir y perpetuar la evolución de las especies. ¿Interesante verdad? Solo tienes que seguir leyendo para descubrir qué curiosos animales la practican, los diferentes tipos reproductivos y las características que la definen. ¡Alucinarás!

La reproducción asexual en animales, casi una historia de ciencia ficción

La ciencia no sería igual de fascinante si no existiera la reproducción asexual en animales, una función fisiológica vital que despierta enorme interés científico desde el punto de vista evolutivo. En este proceso, las células madre cumplen un importante papel según se desprende de investigaciones recientes realizadas en la Universidad Autónoma y el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. Estrellas de mar, esponjas, medusas… son algunos de los seres vivos que la pueden desarrollar o activar cuando se dan ciertas condiciones adversas.

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¿Dónde estábamos? Ah, sí, explicando que la reproducción asexual en animales es una función por la cual ciertos seres vivos transmiten su información genética a sus descendientes sin fusión de gametos entre individuos de distinto sexo. Dicho de otra manera: en esta reproducción el sexo es indiferente en la mayoría de los casos. La razón es que solo requiere de un padre y por tanto los “vástagos” son clones de sus progenitores. De hecho, es perfectamente correcto oír hablar de ella como reproducción clonal.

Un paréntesis: semejante estrategia no se restringe a los animales, también ciertas plantas y bacterias se acogen a ella para perpetuarse. Volviendo a lo nuestro, y más en concreto a las células que intervienen en la reproducción asexual en animales, son las llamadas somáticas, encargadas de constituir los tejidos del cuerpo. Otro dato alucinante es saber que para algunos de sus autores no es el método habitual de reproducción, sino una opción complementaria ante temperaturas extremas, sequía, ausencia de machos, alta depredación, etc.

Pues ni una, ni dos, ni tres

Seguimos con las sorpresas en un tema tan asombroso como este. Si pensabas que al hablar de reproducción asexual en animales lo normal sería plantear una sola técnica, nada más lejos de la realidad. Al revés, incluye multitud de tipos y subtipos estudiados por la comunidad científica. Veamos cuáles son los más conocidos, por si te animas a profundizar en ellos:

• Partenogénesis. En esta extraña reproducción un óvulo no fecundado llega a transformarse en un organismo completo sin necesidad de un espermatozoide. Es propio de bastantes especies invertebradas (como crustáceos y rotíferos) y de ciertos vertebrados (básicamente anfibios, reptiles y peces).
• Fragmentación o segmentación. Mediante este fenómeno un animal es capaz de fragmentarse en una o varias partes de su anatomía y a partir de ellas nace un nuevo individuo. ¿Te gustan las estrellas de mar? Estas bellezas y sus ciclos de vida son un excelente ejemplo.
• Ginogénesis. Este singular proceso se da en anfibios y teleósteos y en él intervienen óvulos que han desarrollado un embrión mediante el estímulo de un espermatozoide. La descendencia es un clon de la madre.
• Brotación. Atención a esta reproducción vegetativa donde una serie de células presente en la superficie de los animales crecen hasta crear un nuevo individuo que puede separarse o formar una colonia. Si alguna vez has visto una hidra, este invertebrado la cumple.
• Gemulación. Las esponjas de mar son las mejores representantes de esta estrategia reproductiva. Voy con la explicación: A través de una estructura en forma de gema en el organismo progenitor, llega a surgir un nuevo organismo por duplicación. Sin comentarios, ¿no?

Un cuarteto para recordar. ¡Ya lo creo!

Resulta complicado hacernos una idea de esta reproducción asexual sin profundizar en algunos de los protagonistas del reino animal que la practican y son verdaderos enigmas para la ciencia. ¿Me equivoco? Ha llegado el momento de presentarte a un pequeño elenco de seres vivos que gracias a dicha estrategia logran extender y perpetuar su especie de forma más directa que con la reproducción tradicional. ¡A ver si conoces a alguna de estas maravillas!

Salamandra de arroyo de montaña made in México

Esta especie de salamandra topo (Ambystoma altamirani) solo habita en el centro de México y puede llegar a tener una longitud de 12 cm incluida la cola. Nuestra amiga vive en pequeños arroyos, es capaz de reproducirse por ginogénesis y a medida que madura está preparada para vivir en tierra. Debido a los cambios que ha experimentado su hábitat natural, es una especie en peligro.

Gusano plano o una criatura (casi) inmortal

Planaria torva está considerado uno de los animales más “inmortales” de la Tierra porque puede regenerar los órganos que pierde y cuando su reproducción es asexual (no siempre lo es) lo hace mediante un proceso espectacular. En concreto separa su cola del resto del cuerpo a través de un fenómeno único en el planeta por regeneración celular.

Serpiente ciega de Braminy: sí, sí, serpiente

A menudo se la confunde con una lombriz por su reducido tamaño, pues no llega a medir 22 cm. Pero se trata de una serpiente tropical  (Ramphotyphlops braminus) eso sí, una de las más pequeñas del mundo originaria de Asia y África. Aunque que con el paso del tiempo se ha introducido en otros continentes. En cuanto a su reproducción asexual, lo hace por Partenogénesis. ¿Te acuerdas?

Dólar de arena o galleta de mar. ¡Menudos nombrecitos!

Atención a este invertebrado marino de la familia del equinodermo. Leodia sexiesperforata se reproduce de las dos maneras, sexual y asexualmente. Mientras que los ejemplares femeninos distribuyen los huevos por los océanos, los machos expulsan su esperma para fertilizarlos. Una vez lograda la fecundación, se convierten en larvas hasta terminar asentándose en los fondos marinos donde continúan su ciclo de vida.

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