¿Cómo saber si mi perro tiene pulgas? Es probable que te hayas hecho esa pregunta si tienes un amigo perruno. Las mascotas son una fuente constante de afecto, pero también pueden convertirse en focos de suciedad si pasan largos periodos de tiempo al aire libre. Si tu compañero se rasca demasiado, es hora de ponerse en guardia y comprobar que no las sufre. 

Una buena higiene es la clave para luchar contra estos parásitos, pero a veces su vista es inevitable. Ante el menor signo, te recomendamos comprobar su presencia en tu mascota para poder tratarla. ¿De qué manera? ¡Entérate en este artículo!

 

¡Alerta, parásito!: ¿Cómo saber si mi perro tiene pulgas?

Las pulgas son unos insectos que viven de forma parasitaria chupando la sangre de sus huéspedes. Poseen un cuerpo largo y plano, con una coraza muy dura difícil de atravesar. Saltan grandes distancias y se reproducen rápidamente. También son extremadamente diminutas, y ahí surge el problema: ¿cómo saber si mi perro tiene pulgas, si no las veo?

En ocasiones puede resultar difícil, pero hay varios modos. Lo primero que te recomendamos es que atiendas al comportamiento del animal y trates de discernir si se rasca más de lo que normalmente lo hace

Cuando sufre esta plaga, tu mascota incidirá en especial en la zona del cuello y las orejas, los lugares predilectos de las pulgas. Revisa su piel en busca de picaduras, heridas u otro tipo de daños cutáneos. La mordedura de estos insectos puede provocar reacciones alérgicas en los animales, y ellos mismos pueden producirse lesiones al restregarse o morderse para luchar contra las molestias.

En tu examen de su pelaje, vete separando el pelo para tratar de localizar los parásitos. No debes darte por vencido si no las ves en esta primera observación. Tendrás una ventaja, y es que estos insectos dejan tras de sí pruebas en forma de puntitos blancos y negros. Los primeros son huevos y los segundos excrementos que te servirán para asegurarte de si se encuentra o no infectado. 

Pues bien, ¿cómo saber si mi perro tiene pulgas en función de estas heces? A través de un método muy sencillo. Lo único que tienes que hacer es coger un peine antipulgas (un instrumento especial con dientes metálicos muy juntos) y pasarlo por el pelaje, manteniendo debajo de tu mascota una sábana. Puedes comprobar si las pulgas han saltado al tejido, y meter el peine en un cuenco con agua. Si los puntos negros se vuelven rojos, ¡eureka! Es sangre seca, parte de la succionada a tu perro.

Para asegurarte totalmente puedes inspeccionar las alfombras y los rodapiés en busca de larvas o huevos de pulga, o caminar con calcetines blancos cerca de donde duerma para ver si se quedan pegadas las heces. Unas encías demasiado blancas también serán un indicativo de esta infestación, y tú mismo puedes ser una prueba: ¿tienes marcas rojas? ¡Pues pueden haberte mordido!

 

¿Cómo acabar con las pulgas?

Imaginemos que has visto los signos de malestar de tu mascota y te ha asaltado la duda: “¿Cómo saber si mi perro tiene pulgas?”. Te hemos explicado el paso a paso, pero ahora deberás confiar en los profesionales

Si has constatado que tu compañero es la casa de estos insectos, tienes que dirigirte a una clínica para que te recomienden cómo proceder en función de la edad, las características y las circunstancias del cachorro. Existen muchas medicinas efectivas contra los parásitos, pero las dosis y la tipología debe establecerlas un Veterinario.

Lo habitual es que te recomiende tratamientos como pulverizadores, pastillas o pipetas antipulgas que se vacían en la nuca del animal. Del mismo modo, existen collares de larga duración que expelen insecticida durante varios meses y convierten en un mal anfitrión a tu mascota. 

Puedes contribuir a estos procesos con remedios caseros como el aceite de lavanda y de eucalipto. Mezclándolo con el agua de su baño y utilizando un champú repelente, harás su piel más indeseable para los parásitos. 

Independientemente de la técnica que utilices, deberás llevar a cabo una limpieza profunda de tu hogar. Ningún tratamiento estará completo si no lavas la cama, la ropa y los juguetes de tu compañero, o si no aspiras sofás, edredones y alfombras. ¡Repasa con lupa cada centímetro!

 

La higiene canina, un método preventivo

La pregunta “¿cómo saber si mi perro tiene pulgas?” te rondará mucho menos si aplicas rutinas de limpieza periódicas en tu animal. La higiene canina es la principal vía de prevención contra los parásitos, y abarca multitud de áreas que hay que tener en cuenta.

La principal, evidentemente, es el pelaje. Tu compañero perruno deberá bañarse con un jabón específico mensualmente si tiene el pelo largo, y cada dos si este es corto. 

Diariamente habrá que cepillarlo para quitar la posible suciedad acumulada, y también tendrás que atender a sus orejas. Quítale la cera con una gasa limpia y utiliza otra con suero para retirarle las legañas de los ojos.

La sonrisa de tu perro merecerá varias limpiezas a lo largo de su vida, ya sea con un cepillo especial o con alguno de los huesos que las tiendas venden con este fin. Asimismo, estará mucho más sano (y guapo) si mantienes bajo control su pelaje. Llévalo a una peluquería canina para que su melena esté lustrosa, recortada y libre de bichos. Estos especialistas tienen mucha experiencia con canes, así que pueden ser un aliado en tu lucha contra las pulgas.

 

¿Cómo limpiar las patas de perros?

En sus salidas al exterior, es prácticamente inevitable que los perros toquen directamente la suciedad del suelo. Además de evitar que se internen en bosques o áreas con mucha vegetación (dos puntos en los que puede haber parásitos) puedes reforzar tus protocolos antipulgas limpiándole las patas a tu mascota

Hacerlo es muy fácil, y te llevará tan solo unos minutos. Echa agua y jabón para perros sobre sus almohadillas, frota y retira el agua. En sustitución del gel es posible usar vinagre o zumo de limón. Tras la higiene, es muy importante que seques bien la zona lavada para evitar otros problemas. ¡Estará impoluto!

 

Curso de Peluquería Canina: Perros de pasarela

Los cuidados estéticos de las mascotas no son solo una cuestión de belleza. Estas rutinas resultan imprescindibles para prevenir parásitos y mantenerlas sanas, ya que evitarán que insectos como las pulgas se reproduzcan en ellas. 

Para llevar a cabo esta higiene, sin embargo, se necesitan tanto productos como técnicas específicas. No se puede limpiar a un perro como lo harías con un ser humano, por lo que debes adquirir la formación correspondiente si quieres ejercer en peluquerías, clínicas u hospitales. 

El curso de Peluquería Canina y Felina de Nubika te permitirá profesionalizarte y conocer todos los métodos de aseo. Tras finalizarlo, estarás preparado para contestar ese “¿cómo saber si mi perro tiene pulgas?” que tanto inquieta a los propietarios con tan solo un breve examen. ¡Hazte experto!