Tortuga mediterránea: características, alimentación y hábitat

Tener una tortuga como mascota es algo cada vez más habitual. Es verdad que no es lo mismo que tener un perro, un minino o un loro hablador: las tortugas son bastante más «introspectivas» e independientes, por decirlo así. Pero estos animales también son fascinantes a su manera. Es importante elegir bien la especie para asegurarnos de que estará a gusto en nuestra casa; y la tortuga mediterránea es, en este sentido, una buena elección. Si quieres adoptar una o simplemente deseas conocerlas mejor, ¡has llegado al lugar perfecto!

¿De dónde procede la tortuga mediterránea?

Vale, sí, lo reconozco. Es una pregunta que lleva incluida la respuesta. Al igual que Joan Manuel Serrat, estos animales nacieron en el Mediterráneo. Es una especie que se extiende por el Sur de Europa, desde las costas de España hasta las de Rumanía. Esto significa que, en origen, había tortugas mediterráneas en Valencia, Cataluña, Baleares, Italia, Francia, Bosnia-Herzegovina, Grecia, Serbia, Croacia, Montenegro, Albania, Macedonia, Rumanía y Bulgaria. ¡Toma ya!

Sin embargo, que la tortuga mediterránea (Testudo Hermanni) tuviese un hábitat tan extenso no significa que las cosas sigan siendo así. Desgraciadamente y como suele suceder, esta especie apenas se encuentra ya en estado salvaje. La contaminación de las costas, el boom urbanístico y su captura para tenerlas como mascotas son las causas principales de esta mala noticia. Hoy día es una especie protegida sujeta a programas de recuperación. ¿Te gustaría trabajar protegiendo a estos animales y a muchos otros? Un Curso de Técnico en Animales Exóticos puede ser la puerta de entrada a esta maravillosa profesión. ¡Tenlo en cuenta!

Junto con una especie de la misma familia, la tortuga marginata o tortuga griega, nuestra amiga la tortuga mediterránea es la única tortuga terrestre que hay en Europa. ¡Esperemos que sigamos conservando esta joya!

Una tortuga que sabe quién eres (¡sí, es cierto!)

Estas tortugas tienen una serie de características que hacen de ellas mascotas muy interesantes. Pudiera parecer que estos animales pasan olímpicamente de sus dueños, y de hecho, mucha atención no nos prestan. Las cosas, como son. Pero uno de los rasgos más chulos de la tortuga mediterránea es que tiene una vista excepcional que le permite distinguir formas y colores. Y más aún: reconocer a las personas. Su sentido del olfato, también muy desarrollado, ayuda a esta identificación. Puede que no te reciba haciendo cabriolas como tu perro, o frotándose con tus piernas como tu gato, pero sí te reconocerá.

Como sucede en la mayoría de los seres vivos, el dimorfismo sexual es una característica típica de estas tortugas. Pero contrariamente a lo que sucede en muchas especies, en este caso el macho es más pequeño que la hembra. Tienen una cola más larga y fuerte, mientras que las hembras la tienen corta y pequeña. Otro de sus rasgos distintivos es su pasión/necesidad por el sol. Las tortugas terrestres necesitan exponerse a los rayos solares para obtener la vitamina D que falta en su dieta; y las mediterráneas no son una excepción. Eso sí, cuando las temperaturas son muy elevadas (de 27° C para arriba) necesitarán refrescarse, y se esconderán en grietas o bajo la tierra. Tenlo muy en cuenta si tienes a tus tortugas en un terrario al aire libre: asegúrate de que tiene zonas de sol y de sombra.

La tortuga mediterránea y su dieta: esto es lo que comen

Es fácil hacer el chiste de si estas tortugas siguen o no la dieta mediterránea. Pues en realidad, va a ser que no. Las tortugas de tierra, categoría a la que pertenecen, siguen una alimentación vegetariana casi en su totalidad. En estado salvaje se alimentan de hierba sobre todo, muchas veces seca (debido al climatología de la zona en la que viven los ejemplares). Para complementar una nutrición tan pobre, en ocasiones también se alimentan de caracoles, babosas o incluso carroña, de los que obtienen proteínas y agua. Aunque este tipo de alimentos suponen tan solo un 5% del total de su alimentación.

¿Estás pensando en adoptar una tortuga de este tipo como mascota? Si es así, tendrás que darle de comer verduras y vegetales frescos. Les encantan las hojas verdes: lechuga, acelgas… Y puedes complementarla con frutas y algunas hortalizas. Si lo de darles caracoles y babosas te da «cosa», siempre puedes adquirir alimentos específicos en tiendas de nutrición animal. Son preparados completos que cubren todas las necesidades de estos animales. Y no olvides darle hierbas silvestres de vez en cuando, que les encantan y les aportan más nutrientes: tréboles, heno, césped… Eso sí, ¡cuidado con las plantas tóxicas como los helechos o los ficus!

Cómo crear el hábitat perfecto para tu nueva mascota

¡Más consejos para que tu tortuga sea súper feliz contigo! En primer lugar ten en cuenta que, aunque son animales lentos, las tortugas de tierra necesitan moverse. En estado salvaje recorren el terreno buscando alimento y es importante que en cautividad sigan moviéndose. Si la vas a tener en un piso, ponla en un terrario muy amplio con una zona soleada. Estas tortugas alcanzan un tamaño de unos 20 cm (las hembras), por lo que es importante que tengan espacio suficiente.

Lo mejor, sin duda, es contar con un terreno al aire libre por el que puedan moverse. Cuando son más pequeñas conviene tenerlas en un recinto cercado para evitar que se pierdan o se las lleve algún animal (perros, gatos, etc.). Más tarde podemos dejarlas libres y controladas, vigilando siempre que no hay zonas donde puedan atascarse o con riesgo para ellas. Y otra cosa que no se te puede olvidar es darle a tu tortuga un baño de vez en cuando (una o dos veces por semana). Hazlo en un recipiente con unos 4 cm de agua templada (28 grados), y mantenla en él durante 15-30 minutos para que se hidrate.

Hay algo que debes tener muy en cuenta si decides adoptar una tortuga mediterránea. Son animales muy longevos que alcanzan edades entre los 50 y los 100 años. Esto significa que será una compañera de por vida, por lo que si decides llevar una a tu casa vas a adquirir un compromiso a largo plazo. Quienes compran tortugas y otras mascotas solo por capricho y terminan abandonándolas a su suerte no solo cometen un delito, sino que alteran el medioambiente y causan un sufrimiento enorme a un ser que ha formado parte de su familia.

¿Te gustan las tortugas? ¡Hazte experto!

Tener una tortuga como mascota no es la única manera de convivir con estos fantásticos animales. ¿Has pensado alguna vez en trabajar con ellos? Son muchos los hogares donde las personas conviven con todo tipo de seres, desde peces hasta iguanas. Necesitan unos cuidados muy específicos que no tienen nada que ver con los de los perros o gatos de toda la vida. Cuidados que solo los especialistas les pueden proporcionar.

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