Para entendernos los unos a los otros, los humanos utilizamos en nuestra comunicación no solo palabras, sino gestos, dobles sentidos o tonos. Esas cosillas que las inteligencias artificiales no pueden dominar. ¿Nunca has tenido un mal entendido porque interpretaste mal el tono de un mensaje escrito?
La entonación a la hora de hablar tiene una función esencial que completa o modifica el discurso. Si vas a necesitar la ayuda de un amigo para algo, lo mejor es que se lo pidas como si tus palabras suplicantes fuesen nubecillas de algodón dulce.
Para hacerte entender con un perro es esencial utilizar esta útil herramienta: tu voz. Y no solo el tono, sino también el volumen o la pronunciación. Un perro interpretará todas las señales que les demos para intentar desentrañar qué es lo que queremos de ellos.
En este sentido, los canes son animales inteligentes y empáticos que se fijarán en tu comportamiento y en tu estado de ánimo. La voz, sin duda, es algo que también tratarán de interpretar.
Por tanto, en un curso de adiestramiento de perros deberás aprender cuál es la mejor manera de usar tu voz para el entrenamiento de estos animales. Hoy te adelantamos algunas pinceladas sobre el tema. ¡Veámoslas!
El adiestramiento canino
Educar y adiestrar a un perro consiste en corregir conductas que puedan suponer un problema para la convivencia y enseñarles a realizar algunas tareas o a seguir algunas órdenes.
El educador canino y el adiestrador utilizan técnicas, métodos y sistemas de aprendizaje para conseguir que los perros puedan convivir con sus familias y otros animales de manera correcta y, además, para que puedan hacer actividades concretas que les pidamos.
Se puede educar a un can para que no ladre, para que se siente, para que esté quieto y tranquilo mientras le servimos la comida o, con un entrenamiento más especializado, para que encuentre a personas desaparecidas o para que ayude a gente invidente en sus desplazamientos y otras actividades.
Al educar a un perro debemos seguir algunas pautas básicas:
- Crear un vínculo de confianza
- Atender al lenguaje canino
- Entender sus necesidades y comprender que es un animal y no una máquina o un ser humano
- Saber usar adecuadamente las recompensas
Del mismo modo, existen algunas cuestiones que tenemos que evitar. En el entrenamiento del perro es muy importante:
- No utilizar el castigo como método educativo
- No ser incoherentes con nuestras órdenes
- Tener una orden específica para cada conducta que deseamos conseguir del animal
- No mezclar órdenes
El adiestramiento canino no debe nunca basarse en técnicas de castigo o refuerzo negativo, ya que esto provocará otros problemas de conducta derivados y daños colaterales de salud.
Los perros son muy capaces de entendernos y, además, por lo general, están muy dispuestos a hacer lo que les pedimos. Con ser capaces de comunicarnos adecuadamente con ellos, será suficiente. Pero para ello, el adiestrador canino tendrá que conocer cuáles son los mejores métodos de comunicación humano-perro.
El adiestramiento y el sentido del oído
El oído es uno de los sentidos del perro que más útil resulta en el entrenamiento canino. Como ya hemos visto en este blog, la capacidad auditiva de los canes es extraordinaria, pero, además, se cree que estos animales no solo prestan atención a lo que les decimos, sino que también intentan comprender el significado de nuestras palabras, de nuestro tono y de nuestro estado de ánimo.
Cuando tu perro ladea su cabeza al hablarle, lo que está haciendo seguramente es intentar comprender lo que le dices. Te está prestando atención y está procurando distinguir las palabras que utilizas y su significado. ¡O eso o intenta que te derritas con su cara de buenazo!
Teniendo todo esto en cuenta, y sabiendo la importancia de la entonación y los demás componentes de la comunicación, el adiestrador de perros usará su voz de la manera más apropiada para hacerse entender.
El uso de la voz del educador canino
La voz es una de las herramientas más importantes en el adiestramiento canino. Al entrenar a un perro, guiaremos nuestras órdenes con comandos específicos. Estos comandos deben ser claros, con una pronunciación marcada, un tono correcto y un volumen concreto.
Las palabras que utilizamos para dar órdenes a los perros son muy importantes. Muchas veces se emplean palabras de otros idiomas por ser más breves y con una pronunciación más marcada. Algunos ejemplos comunes son:
- En castellano: no, bien, aquí
- En ingles: sit (sienta), stay (quieto), down (túmbate)
- En alemán: fuss (junto), platz (échate), frei (vale)
El tono que se debe utilizar no debe infundir al miedo. Tiene que ser una entonación normal y tranquila, pero clara y contundente. A la hora de recompensar un comportamiento deseado, podemos acompañar el premio con frase como “buen chico” o “muy bien” con entusiasmo y alegría. Esto les encantará y procurarán repetir esta acción la próxima vez que se la pidas.
El volumen de nuestras palabras también importa. Debes utilizar un volumen normal, no uno alto que asocien a un enfado. Intenta que tu voz no vaya subiendo progresivamente de volumen o el perro se acostumbrará a tus gritos y no atenderá a otros tonos que emplees después.
A parte de estas cuestiones comunicativas, algunas recomendaciones para el adiestramiento eficaz son:
- Todos los miembros de la familia implicados en la educación del perro deben seguir los mismos puntos del entrenamiento para no confundir al animal
- Hay que hacer sesiones de entrenamiento breves y frecuentes
- Es preferible no mezclar órdenes en una misma sesión
- Entrenar las diferentes órdenes en lugares distintos
Como puedes ver, son muchas las cuestiones relacionadas con el entrenamiento canino. La comunicación y sus particularidades son un punto esencial y, con ellas, la voz del adiestrador.
Sabemos que te gustan los perros, pero si además de gustarte quieres trabajar con ellos, te recomendamos realizar nuestro curso de Adiestramiento Canino. En él aprenderás a usar tu voz de la mejor manera para educar a los perros. ¡Anímate!