Los extensísimos océanos del hemisferio Sur tienen uno de los habitantes voladores más imponentes e increíbles de entre los que surcan los cielos: el albatros viajero.

Su entrenada habilidad para mantener el vuelo durante largos períodos de tiempo y desplazarse por grandes superficies marinas, lo convierten en uno de los animales más curiosos que pueblan el planeta.

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Las características del albatros viajero

El albatros viajero, también conocido como albatros marino o albatros errante, es un ave acuática de gran tamaño con unas habilidades extraordinarias para el vuelo de larga distancia y la ágil caza de peces gracias a su capacidad para el buceo.

Su bonito plumaje varía en función de la edad. Al igual que ocurre con las gaviotas, los albatros viajeros más jóvenes son de color marrón oscuro. Según van creciendo, sus plumas se tornan de un blanco puro; aunque las que recubren la superficie de las alas mantienen su color original.

Tienen la cola también de color negro y un voluminoso pico naranja con la punta rosada y un pequeño orificio a cada lado por el que expulsan el exceso de sal que ingieren con el alimento. Esto lo hacen a través de una especie de estornudos o bruscas sacudidas de cabeza.

Albatros viajero: unas largas alas para surcar los océanos

Pero sin duda, lo que más llama la atención de los albatros viajeros son sus imponentes alas. Gracias a su amplitud y su ágil movimiento en el aire son capaces de volar larguísimas distancias sin tocar tierra firme durante meses e incluso años enteros.

Esto lo consiguen aprovechando las corrientes de viento y realizando movimientos zigzagueantes para mantenerse en el aire sin tener que mover demasiado las alas.

Además, te interesará saber que los albatros viajeros duermen mientras vuelan, alternando el descanso de las dos mitades de su cerebro. Increíble, ¿verdad?

 

Albatros viajero: tamaño y peso

Se trata de una de las aves con capacidad de volar de mayor tamaño, midiendo entre 2,5 y 3,5 metros de largo entre los extremos de ala y ala según la región.

Los especímenes más grandes de albatros disfrutan de las alas de mayor envergadura de entre todos los animales voladores de la actualidad. ¿Vedad que es increíble?

Su peso tampoco se queda atrás, y es que los 6 kg de los albatros viajeros más pequeños se quedan cortos si los comparamos con los nada más y nada menos que 12,7 kg de los individuos de mayor tamaño.

 

¿Qué comen los albatros viajeros?

La dieta del albatros viajero está basada en numerosos animales marinos como peces, calamares y o crustáceos como el kril. Si bien suelen aprovechar los cadáveres de estos animales que la corriente deposita en las orillas; su capacidad física le permite cazar ágilmente a su desafortunada presa desde la superficie del mar e incluso sumergiéndose en él.

Gracias a la velocidad y a la fuerza con la que entran en el agua, pueden llegar a una profundidad de hasta 19 metros bajo la superficie marina; lo equivalente a un edificio de 7 pisos, ni más ni menos.

También es muy habitual verlos a una distancia prudencial de los barcos de pesca que se adentran en la mar para aprovechar los desperdicios animales que van dejando a su paso.

 

Albatros viajero: su hábitat natural

Nuestro amigo de blancas plumas se mueve por las amplias zonas marinas del hemisferio Sur, surcando los océanos Antártico y Atlántico Sur. De manera ocasional se traslada a las regiones cercanas al ecuador del océano Pacífico.

Las islas de Georgia del Sur, las Kerguelen, Crozet o las Macquarie; de clima frío y prácticamente sin presencia humana; son algunos de sus parajes preferidos.

Al tratarse de un ave colonial, fuera de sus horarios de caza cohabita con multitud de individuos de su misma especie en islas remotas lejos de las costas continentales. A pesar de esto, suele compartir su vida sexual con un solo espécimen durante toda su vida, convirtiéndolo en un animal monógamo.

Dónde ver el albatros marino en España

La Península Ibérica no es una zona que se encuentre entre las que visitan los albatros errantes. Por desgracia, te resultará prácticamente imposible ver un ejemplar de esta especie en libertad desde nuestras costas.

Sin embargo, puedes tener la suerte de avistar a algún albatros extraviado desde la mejor localización de España para contemplar las migraciones: el cabo de Estaca de Bares, en A Coruña.

En cambio, países como Chile, Perú o Argentina cuentan con zonas perfectas para la observación de los albatros durante prácticamente todo el año.

 

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