Obstrucción del conducto nasolagrimal en perros: causas y soluciones

La obstrucción del conducto nasolagrimal del perro es un problema frecuente. Produce una coloración de la piel en la zona entre el ojo y la nariz, y puede llegar a dañar la salud de las mascotas si no se ataja. Los especialistas pueden solucionar esta patología con diversos métodos, pero también está en nuestra mano prevenirla con una serie de cuidados. ¿Tu compañero es proclive al lagrimeo? ¡Garantiza su salud con estas claves!

¿Qué es la obstrucción del conducto nasolagrimal del perro?

La obstrucción del conducto nasolagrimal del perro es el taponamiento de las vías que conectan los ojos con la nariz del can. Este atasco provoca que el drenaje de las lágrimas no sea correcto, y deriva en un lagrimeo excesivo conocido como epífora.

La consecuencia es que el líquido se acumula en el borde de los ojos y puede llegar a deslizarse por la cara. Las lágrimas se oxidan y adquieren un color rojizo bastante antiestético, pero que también resulta peligroso para la salud y el bienestar del animal afectado.

¿Por qué se obstruye el lagrimal de nuestro perro?

La obstrucción del conducto nasolagrimal del perro tiene múltiples causas. En muchos casos, se debe a factores genéticos, derivados de la propia forma de la cara de nuestra mascota. 

A veces, los conductos son demasiado cortos o estrechos, y no permiten una circulación adecuada de los fluidos. Suele ocurrirles a razas como el caniche, el shih-tzu o el golden retriever, a los que hay que atender con especial atención en este aspecto. 

La genética, el polvo o el propio pelo del animal pueden ser la causa del taponamiento de sus vías

Las vías por la que los canes liberan las lágrimas también pueden taponarse si se inflaman tras sufrir una infección ocular. Además, pueden quedar obstruidas por mocos, elementos extraños como la arena o por una generación excesiva de legañas. 

A las mascotas con pelaje abundante este rasgo puede pasarles factura. El pelo que rodea el ojo o las propias pestañas pueden causar la obstrucción del conducto nasolagrimal del perro, que también puede darse si el párpado se encuentra colocado de forma incorrecta.

Peligros de la obstrucción del conducto nasolagrimal del perro

Las lágrimas cumplen una función vital para mantener en buenas condiciones los ojos de tu mascota. Por eso, un fallo en su drenaje puede ser más grave de lo que te imaginas. 

La acumulación de humedad en el rostro puede generar dermatitis o infecciones en los propios ojos oculares. Además, es posible que las vías se inflamen y deriven en un ojo de cereza. Hablamos de ese bulto rosa que asoma desde las esquinas y que no es otra cosa que una glándula lagrimal que, empujada por la hinchazón, ha salido del lugar en el que debía ubicarse. 

La obstrucción en el drenaje llega a provocar infecciones, inflamación o el conocido como ojo de cereza

En los casos más graves, la enfermedad deriva en úlceras o incluso ceguera. Si sospechas que los síntomas de la obstrucción del conducto nasolagrimal del perro se corresponden con los que observas en tu mascota, lo mejor es que la lleves al veterinario para que pueda atajar la patología.

Soluciones caseras para despejar el lagrimal canino

El remedio de la epífora varía en función de su origen y nivel de gravedad. Pero una buena higiene siempre será beneficiosa a la hora de evitarla. 

Debes limpiar periódicamente los ojos de tu mascota y recortar los pelos que tenga alrededor de sus ojos. Evita también que le caiga el flequillo sobre ellos, y sujétaselo si es preciso con un gancho o una goma. 

Otra opción es intentar que crezcan en dirección contraria para que no se le introduzcan en los globos oculares. Para ello, existen peines diseñados para “moldear” el cabello de estas áreas sin causarle dolor a tu compañero.

La limpieza diaria de los ojos de tu mascota será vital para evitar que sufra este molesto lagrimeo

Puedes probar los lavados oculares, utilizando siempre productos específicos, y evitar pasearlo por zonas ventosas o con mucho polvo. Si te resulta imposible quitarle la costumbre de levantar la tierra con las patas, hazte con unas gafas especiales para perros, que te permitirán proteger su vista de agentes extraños.

Por último, te recomendamos vigilar sus alergias y ponerle compresas calientes para ayudar a dilatar los conductos lagrimales.

Obstrucción del conducto nasolagrimal del perro: ¿cuándo visitar al veterinario?

Como ves, la obstrucción del conducto nasolagrimal del perro no es una cuestión sin importancia. Puede provocar daños graves e irreversibles en la visión de tu mascota, por lo que te recomendamos que, ante cualquier duda, acudas a tu veterinario. 

El diagnóstico de un profesional será especialmente imperativo si el perro empieza a presentar irritación en la piel, hinchazón, o sequedad ocular. Esto último se aprecia de forma sencilla con un poco de atención, ya que la mirada de tu compañero perderá brillo y es probable que empiece a frotarse los ojos.

El especialista determinará qué tratamiento necesita tu mascota para atajar la epífora y prevenir males mayores. El remedio puede ir desde el sondaje de las vías para despejarlas, hasta el suministro de antibióticos o la práctica de una cirugía.

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Nota: El artículo no es clínico y los contenidos pueden no corresponder con una situación de salud veterinaria específica al no ser redactados por especialistas. Recomendamos acudir al médico veterinario para el tratamiento o consejo de cualquier problema de salud de tu mascota.