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Perros de intervención: aliados esenciales en la asistencia

2 abril 2024
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Los perros de intervención son capaces de mejorar el éxito de las sesiones de terapia. Se convierten en un actor amable con el que al/la usuario/a le resulta fácil conectar y que le impulsa a realizar los progresos fijados por el/la especialista.

Durante la ejecución de los programas, estos canes están acompañados por un/a técnico, que debe estar debidamente formado con un curso de terapia asistida con animales. Se trata de la persona que los guía y vela por su bienestar antes, a lo largo y después de las sesiones. ¡Descubre lo que pueden llegar a conseguir en ellas!

¿A qué llamamos perros de intervención?

Los perros de intervención son canes que han sido elegidos y adiestrados para participar en programas que incrementan el bienestar mental o físico de las personas. Actúan como un medio para alcanzar una meta determinada, facilitando la consecución de los objetivos.

Los más conocidos son los de terapia, por ejemplo, los perros que ayudan a niños/as con parálisis cerebral. Sin embargo, y como veremos más adelante, también pueden apoyar a perfiles sin patologías graves, dentro de entornos como escuelas o residencias de mayores.

Los perros de intervención participan en proyectos terapéuticos, educativos o de ocio

Recuerda que existe una diferencia entre el perro de asistencia y el perro de terapia o de intervención. Los primeros auxilian a las personas dependientes en las tareas cotidianas, mientras que los segundos sirven de conductores para la realización de terapias o actividades concretas y no pueden acceder al transporte público. Además, en la mayoría de los casos no se exige un certificado para ser perro de terapia.

Lo que ambos tienen en común es que deben ser sociables, cariñosos, tranquilos y con un buen equilibrio mental. Por eso el pastor alemán, el galgo y el golden retriever son razas comunes entre los perros para terapia.

Tipos de perros de intervención y sus funciones

En función del perfil al que ayude y de la clase de espacio en el que lo haga, distinguimos distintos tipos de perros de intervención. Además del/la técnico/a, la actividad con cada uno puede precisar de un equipo multidisciplinario que incluya a psicólogos/as, médicos/as u otros perfiles especialistas. Esta es la clasificación general:

  • Perros de terapia: participan en sesiones terapéuticas para ayudar a personas con problemas clínicos, como discapacidades físicas, mentales o trastornos tales como la depresión. Su intervención ayuda a mejorar la autonomía y el estado del/la paciente, ya sea favoreciendo sus funciones motoras, reduciendo su ansiedad o impulsándole a retomar sus actividades diarias.
  • Perros educativos: contribuyen a programas docentes para que los/as niños/as se desenvuelvan mejor en las escuelas. Por ejemplo, existen los perros de lectura, que aumentan la habilidad lectora de los/as estudiantes acompañándolos en su tiempo en las bibliotecas.
  • Perros de intervención hospitalaria: la visita a los hospitales por parte de los perros de intervención mejora el ánimo de las personas ingresadas y favorece que afronten tratamientos a los que se muestren reticentes. También son útiles como apoyo emocional en los geriátricos.
  • Perros para actividades lúdicas: los perros de intervención también pueden participar en proyectos recreativos. Son habituales en campamentos o actividades para conectar con la naturaleza.

¿Qué hacen los perros de intervención?

Las funciones de los perros de intervención son facilitar y mejorar el bienestar de las personas durante programas específicos de asistencia. Su papel en estos se basa en:

  • Llevar al/la usuario/a a un estado anímico y mental propicio para alcanzar los objetivos de la sesión.
  • Aliviar las crisis emocionales o sentimientos negativos como el estrés o la soledad.
  • Impulsar al/la usuario/a a abrirse para sanar emocionalmente.
  • Actuar de nexo entre el/la terapeuta y el/la paciente.
  • Motivar a la persona a que realice acciones que redundarán en su bienestar.

Cómo se entrenan los perros de intervención

Como hemos visto, los perros de intervención tienen un perfil muy específico. Deben poseer un buen carácter y saber seguir instrucciones básicas de obediencia para que su contribución sea realmente positiva.

El proceso para conseguir esta clase de ejemplares comienza con la selección del animal. Se suele evaluar la personalidad de los candidatos con exámenes como el test de Volhard o la prueba de reactividad y sensibilidad, en los que se comprueban aspectos como su nivel de control, de concentración o su respuesta a los estímulos del entorno.

Una vez que se encuentra a animales aptos para trabajar en terapia asistida, los pasos que se siguen son estos:

  • Socialización: ya hemos hablado en muchas ocasiones de lo importante que es el periodo de socialización del perro. Sin embargo, adquiere mucho más peso en los perros de intervención, ya que tienen que poder adaptarse a un gran número de personas y escenarios. Para ello, se expone al ejemplar a ambientes, objetos, animales y seres humanos distintos.
  • Instrucción: otra cuestión fundamental es el adiestramiento básico. Los perros de intervención deben saber comportarse y responder a órdenes simples. Por ejemplo, sentarse, acudir cuando se les llama o quedarse quietos hasta que se les diga lo contrario.
  • Adiestramiento específico: tras las órdenes básicas, se diseña un plan de adiestramiento canino concreto para la clase de programas en los que el perro va a participar.
  • Recordatorios: se deben realizar recordatorios de la instrucción para que el animal mantenga las habilidades adquiridas.

Beneficios de los perros de intervención en terapias

La sociabilidad y el afecto natural de los perros de intervención los convierte en elementos muy enriquecedores durante las terapias. Algunas de las ventajas de trabajar con ellos son:

  • Favorecen la sociabilidad y la confianza de los/as pacientes.
  • Impulsan el desarrollo físico de personas con problemas en su aparato locomotor.
  • Estimulan los sentidos en los casos de trastornos neurológicos.
  • Reconfortan a las personas con trastornos mentales.

¡Especialízate en la terapia con animales!

Realizar intervenciones terapéuticas con perros te permitirá trabajar mano a mano con ellos mientras generas un impacto positivo en el mundo. Podrás desarrollar tu carrera en colegios, hospitales, clínicas psicológicas y multitud de otros recintos, cuyos/as usuarios/as se beneficiarán mucho de las características caninas.

En Nubika te damos la formación necesaria para profesionalizarte con nuestro Curso de Terapia Asistida con Animales, un programa flexible que también abarca la equinoterapia. Al finalizar, contarás con una especialización completa para llevar a cabo estas intervenciones en coordinación con otros/as profesionales. ¡Convierte al mejor amigo del hombre en su mejor terapeuta!

Bibliografía

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Terapia Asistida con Animales
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