¿Te quedas extasiado con documentales sobre aves nocturnas al ver lo misteriosas y bellas que son? Estas rapaces de elegante porte habitan gran parte del Planeta Tierra al ser uno de los grupos de aves más abundantes. Llenan de vida los ecosistemas terrestres y al anochecer sobrevuelan escarpados riscos y bosques en busca de sus presas. Si quieres profundizar más sobre ellas, solo tienes que sentarte cómodo y leer este post para adentrarte en su misterioso mundo.

 

Aves nocturnas, las favoritas de “El Hombre y la Tierra"

El inolvidable Félix Rodríguez de la Fuente hablaba de las aves nocturnas mejor que nadie en su mítica serie sobre la naturaleza “El hombre y la Tierra” dedicado, ante todo, a la fauna ibérica. Para los que ya tenemos una edad, crecimos con sus inéditos primeros planos de documentales siguiendo sus movimientos y estrategias, entre otras muchas criaturas. Sin llegar a su nivel, si te apasionan estas rapaces, ¿te has planteado hacer un Curso de Ornitología: Especialista en Aves Exóticas? Ahí lo dejo.

Volviendo a la figura de este gran naturalista y divulgador, aunque no lo conozcas porque seas de generaciones posteriores, su trabajo es un inmenso legado para cualquier apasionado de la naturaleza, la fauna ibérica y el reino animal. Descubrir qué aves nocturnas surcan los cielos del mundo, qué rasgos poseen en común y por qué sólo cazan en plena noche son temas apasionantes. Estamos de acuerdo, ¿no?

Empecemos con los primeros datos de interés. Si nos centramos en nuestro país, según la Sociedad Española de Ornitología y su Programa Noctua, las rapaces nocturnas con una mayor distribución de poblaciones a lo largo de la geografía son el mochuelo, el autillo y el chotacabras gris o europeo (nombre atribuido a un antiguo mito poco veraz sobre su acción de mamar de las cabras). Pero eso no quiere decir que no existan otras aves surcando nuestros cielos. ¡Sigue leyendo!

 

El búho real y otros cuantos “colegas” más

Vivamos en la región que vivamos de España, tenemos la suerte de contar con la presencia de otras majestuosas aves nocturnas planeando los firmamentos en plena noche. Hablo de la lechuza común, el cárabo común, el chotacabras pardo y, cómo no, el rey de la noche, el búho real. Al parecer de forma menor lo hacen el búho chico y el campestre, sobre todo en las cumbres, cañones y bosques del Pirineo.

¡Pero ojo! El número de especies que habitan el planeta es bastante mayor puesto que estamos ante uno de los grupos de aves más variados dentro del universo de la ornitología. En realidad existen contabilizadas alrededor de 160, aunque lo mejor es tomar esta cifra como referencia, ya que continúan descubriéndose nuevos tipos en regiones tropicales del planeta.

Y como nunca está de más saber la etimología latina de cualquier especie del reino animal, aquí va la de las aves nocturnas: etimológicamente procede del término latino rapere, que viene a traducirse como apoderarse o tomar por la fuerza. Y qué mejor definición para este misterioso grupo de hábitos nocturnos perteneciente al Orden Estrigiformes dentro de su clasificación taxonómica.

 

Dos familias misteriosas en el Planeta Tierra

Vale, todo esto está muy bien, pero para tener una correcta visión sobre las aves nocturnas que existen, su fisonomía y dónde encuentran sus hábitats naturales, es importante conocer la clasificación en la que se dividen. Para ello, tan sencillo como presentarte a las dos familias de estrigifortes que existen. Así no se te escapará ningún dato importante sobre ellas:

Las aves nocturnas de la Familia de los Titónidos se distinguen por su cabeza ancha, en forma de corazón aplanado, y su tamaño mediano. Si te ha venido a la cabeza la imagen de una lechuza ¡acertaste!, porque las especies más representativas son la lechuza común (Tyto alba) y la cornuda asiática (Phodilus badius). Habitan prácticamente en todo el planeta, salvo el desierto del Sáhara, lugares remotos de Asia y regiones de frío extremo en Norteamérica.

En cuanto a la Familia de los Estrígidos, bastante más numerosa, las rapaces incluidas en ella se identifican por su rostro redondo, pico corto y sus “falsas orejas” que realmente son las plumas cortas que lucen a los lados de la cabeza. Además de poder girar el cuello 270 grados. Y sí, aquí se incluyen los búhos reales, los mochuelos, autillos y cárabos. Se les puede ver prácticamente en cualquier continente, excepto en la Antártida y gran parte de Groenlandia.

 

Todo lo que comparten estas reinas de la noche. ¡Qué pasada!

Ya lo dice su nombre, la noche es su gran momento del día, cuando están cien por cien activas. Al margen de pertenecer a un grupo u otro, tienen mucho en común. A medida que han ido evolucionando para sobrevivir y debido a su instinto depredador han agudizado sus sentidos y desarrollado habilidades, además de estar perfectamente adaptadas a los medios donde habitan:

  • Vista y oído de linces. Las aves nocturnas llaman la atención por sus grandes ojos, que pueden ver en la oscuridad. Su capacidad auditiva para escuchar a las presas es sorprendente porque sus oídos detectan sonidos de cualquier dirección.
  • Un plumaje críptico. Para estas damas de la noche, camuflarse cuando llega el día es crucial para sobrevivir porque se vuelven vulnerables y el sol se convierte en un gran enemigo, especialmente para su vista. Gracias a este plumaje consiguen pasar desapercibidas en medio de la naturaleza.
  • Vuelos silenciosos. Ni se nota que vuelan, son tremendamente sigilosas para sorprender a sus presas y no tener así capacidad de reacción. Todo gracias a sus plumas de vuelo largas y duras llamadas rémiges, situadas en las alas y con morfologías específicas: el borde externo desflecado de unas y el flequillo sedoso de otras reduce remolinos y turbulencias.
  • Engullen a sus presas. La mayoría poseen una dieta a base de mamíferos, sobre todo y aves pequeñas. Sea cual sea la presa, la engullen viva y debido a ello es habitual que estas rapaces regurgiten pelos y restos de huesos en una especie de bola llamada egagrópila. ¿Te acordarás de la palabreja?

 

¿Quieres ser un gran cuidador de aves exóticas? ¡Mira cómo!

Estar al día sobre el maravilloso universo de las aves nocturnas no es ningún reto. Son infinidad las herramientas audiovisuales y manuales de consulta que tienes a tu alcance para documentarte, analizar y contemplar por el puro placer de saber sobre ellas como un apasionado del tema que eres. Pero ¿qué pasa si ya no te conformas porque estás barajando dar un giro profesional a tu pasión? Desde luego es una excelente idea.

El primer paso de este cambio tan importante puede empezar si rellenas el formulario de aquí arriba. En menos de lo que imaginas ya tendrás información detallada sobre un curso de calidad con un temario al día. En concreto Ornitología: Especialista en Aves Exóticas. Su objetivo es justo lo que buscas: prepararte para estar totalmente cualificado a nivel profesional y ejercer la especialidad. Trabajar con aves nocturnas comunes y manejar otras en cautiverio.

Además, está planteado para hacerlo semipresencial y de ese modo darte más comodidades y libertad de horarios, evitar las clases preestablecidas de toda la vida. El equipo de docentes sobresale no solo por su larga trayectoria, también se nota que su trabajo es vocacional y las tutorías personalizadas son un plus para avanzar sin dejar atrás dudas.

En cuanto a la pregunta del millón, ¿qué salidas laborales te dará? No creo que puedas imaginártelo: trabajar en reservas naturales, centros de cría, santuarios, colecciones particulares, tiendas especializadas y clínicas veterinarias. Y todo ello después de haber vivido tu primera experiencia en el mundo laboral real porque al finalizar el curso te estarán esperando hasta 300 horas de prácticas profesionales en negocios como estos. Si llevas soñado con ello hace tiempo, ¡hazlo realidad!