Conociendo ocho pruebas habituales en un laboratorio de veterinaria

En ocasiones, para diagnosticar correctamente a nuestros compañeros peludos hay que recurrir a alguna de las pruebas de laboratorio de veterinaria. En función de la sintomatología que presente el animal, los/as especialistas determinarán los procedimientos más aconsejados y pautarán los tratamientos según los resultados que se interpreten en las evaluaciones.

Con el Máster en Laboratorio Veterinario de Nubika, sabrás aplicar las técnicas científicas más avanzadas, garantizando que los pacientes reciban los cuidados que necesitan y disfruten de la mejor calidad de vida posible. En este artículo, te contamos algunos de los test que aprenderás a poner en práctica. ¡No te los pierdas!

1. Hematología

En veterinaria, una de las pruebas de laboratorio más comunes son las hematológicas. Se trata de un recuento de los glóbulos y de las plaquetas que conforman la sangre, así como de un examen de la misma, para comprobar el estado general de salud y de los órganos encargados del torrente sanguíneo.

Entre otras enfermedades, la hematología permite diagnosticar dolencias habituales de la veterinaria animal como la pioderma de los perros, que suele ocultar patologías más graves. Para llevar a cabo un hemograma, hay que actuar de manera similar a un análisis humano: recoger una muestra de sangre de 0,5 milímetros como mínimo y realizar un frotis, es decir, examinar una gota sanguínea en un portaobjetos. Algunos de los indicadores que se analizan son:

• Hemoglobina
• Leucocitos
• Linfocitos
• Plaquetas
• Monocitos

Como ya te indicamos en este artículo sobre hemogramas en perros, esta prueba veterinaria de laboratorio no se realiza solo ante síntomas de enfermedad. De hecho, suele llevarse a cabo de forma periódica para descartar posibles patologías en desarrollo y llevar un control sanitario correcto.

2. Bioquímica sanguínea

Si los hemogramas mostraban la concentración de glóbulos en sangre, la bioquímica se centra en la parte más fluida de la misma. Es decir, en el líquido, del que se analizan parámetros como:

• Glucosa
• Calcio
• Sodio
• Bilirrubina
• Urea

La alteración en cualquiera de estos indicadores requerirá estudios más profundos, ya que puede ser la señal de que existe una dolencia. La bilirrubina, por ejemplo, sugiere problemas renales en los perros, mientras que los desvíos en la glucosa podrían ser una muestra de diabetes en gatos.

Para determinar el perfil bioquímico se recoge sangre como se haría en un análisis humano

De las pruebas de laboratorio que hay en veterinaria, la bioquímica es una de la que te resultará más familiar. Para realizarla, hay que recoger la sangre del paciente como se haría en un humano: guardando un ayuno previo y centrifugando posteriormente la muestra para separar y analizar sus componentes.

3. Perfil tiroideo

El perfil tiroideo permite determinar si el paciente sufre hipertiroidismo o hipotiroidismo. ¿Cómo? Comprobando el funcionamiento de las glándulas tiroideas a partir del número de hormonas T que se encuentran en la sangre.

Porque sí, de nuevo nos encontramos con una prueba que requiere de extracción sanguínea. Normalmente se utilizan inmunoensayos para ver la concentración de hormonas que hay en la muestra y se compara con los valores habituales de la raza y/o especie.

El análisis tiroideo examina las hormonas T4, T3 y TSH

El análisis tiroideo puede evaluar distintas sustancias hormonales según lo que se pretenda discernir. La T4, la T3 y la TSH (Thyroid-Stimulating Hormone) son las que se analizan habitualmente.

4. Análisis de orina

La cistitis, las enfermedades renales o incluso las hepáticas tienen su reflejo en la orina. Es común, por tanto, que los/as facultativos soliciten la recogida de muestras urinarias para su posterior análisis en un laboratorio.

Este se realiza o bien mediante tiras reactivas o a través del cultivo de los microorganismos que se hayan encontrado. Hay distintos tipos de procedimientos para recabar la micción: con una pequeña punción en la vejiga, con una sonda o recogiendo la orina directamente cuando el animal la expulsa.

5. Cultivo bacteriano

Si has tenido conejos con otitis o has visto cómo afecta la salmonelosis a los perros, ya sabes de lo que son capaces las bacterias. Los antibióticos son la clave para neutralizarlas, pero hay que escoger el que las combate.

El cultivo bacteriano es una de las pruebas de laboratorio en la veterinaria que identifica a la bacteria y comparte los medicamentos a la que es sensible. Se hace sometiendo una muestra biológica a las condiciones correctas de temperatura, humedad y aislamiento, de manera que se multiplique y su presencia se vuelva evidente.

6. Pruebas de función hepática

Las pruebas de función hepática se realizan, sobre todo, mediante análisis de sangre. Sin embargo, los componentes que se evalúan en este caso son los que están estrechamente relacionados con el hígado.

Además de la bilirrubina, de la que ya hemos hablado antes, se examinan los niveles de las enzimas GPT, GGT, FA y GOT. También se comprueba la concentración de la albúmina, una proteína que sintetiza el hígado.

7. Parasitología

Lombrices, pulgas, garrapatas… Los parásitos pueden perjudicar seriamente la salud de los seres vivos y provocarles cuadros clínicos muy dolorosos.

No por nada la reciente Ley 7/2023, de 28 de marzo, de protección de los derechos y el bienestar animal obliga tanto a las administraciones como a las protectoras a que lleven a cabo protocolos de desparasitación de los animales que no tengan familia.

Las pruebas que se realizan para detectar a estos intrusos son múltiples, pero destacan las siguientes:

• Análisis fecales y sanguíneos
• Radiografías
• Endoscopias

8. Inmunología

Las últimas pruebas de laboratorio de veterinaria que queremos reseñar son las inmunológicas. Su finalidad es simple: saber si el animal ha estado expuesto a una infección y cómo ha reaccionado su sistema defensivo.

Los/as especialistas analizan la sangre para ver si hay anticuerpos a un microorganismo determinado. Así es como se descubre, por ejemplo, si un paciente padece una enfermedad contagiosa o si porta algún tipo de virus.

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Bibliografía

• Arauz, M.S., Scodellaro, C.F. y Pintos, M.E. (2020). Atlas de hematología veterinaria. Libros de Cátedra. Disponible en: http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/101193 [Accedido el 20/11/2023].
• Quiroz Romero, H. (2017). Parasitología veterinaria. Ciencia-Academia Mexicana de Ciencias, 68(1), pp.86-88. Disponible en: https://biblat.unam.mx/es/revista/ciencia-academia-mexicana-de-ciencias/articulo/parasitologia-veterinaria [Accedido el 20/11/2023].
• Wittwer, F. (2021). Manual de patología clínica veterinaria. Ediciones Universidad Austral de Chile. Disponible en: https://books.google.es/books?hl=es&lr=&id=nQM0EAAAQBAJ&oi=fnd&pg=PP7&dq=Wittwer,+F.+(2021).+Manual+de+patolog%C3%ADa+cl%C3%ADnica+veterinaria.+Ediciones+Universidad+Austral+de+Chile.&ots=ZPDH-LWtvG&sig=YcDGXb2Hh1sVYwD0PVwmLSzrSUg#v=onepage&q=Wittwer%2C%20F.%20(2021).%20Manual%20de%20patolog%C3%ADa%20cl%C3%ADnica%20veterinaria.%20Ediciones%20Universidad%20Austral%20de%20Chile.&f=false [Accedido el 20/11/2023].